La ley estipula que puedes deducir cualquier gasto necesario para la obtención del rendimiento. A continuación te presentamos un listado con los más habituales:
-Intereses de financiación de la hipoteca asociada al inmueble.
-Seguros de hogar.
-Tributos, tales como el IBI.
-Gastos de conservación y reparación, como el arreglo de una caldera o gastos de pintura.
-Gasto de comunidad.
Si tienes cualquier duda sobre si un gasto asociado a tu vivienda es deducible, ¡no dudes en preguntarnos!