Normalmente tributan como ganancias patrimoniales las subvenciones públicas que se conceden a particulares. Algunos ejemplos de ayudas que tributan como ganancias patrimoniales son los siguientes:
Las ayudas para la adquisición o rehabilitación de la vivienda habitual o el acondicionamiento de casas rurales.
Las ayudas directas para sufragar los costes del alquiler de la vivienda.
Las subvenciones destinadas a la adquisición de determinados activos, como el Plan Renove por la compra de vehículos.
Las del Programa de Incentivos al Vehículo Eficiente (Plan PIVE)
Ayudas públicas para el pago del IBI
Ayudas para la instalación de rampas y ascensores
Ayudas para compensar gastos escolares
Ayudas para compensar determinados gastos relacionados con la protección de la salud